Por: Mariela Fararoni Álvarez/ Instagram: @mariela_fararoni
Fotografías: Carlos Mora y Alelhi Mesa
En repetidas ocasiones se me cuestiona sobre las motivaciones de correr el riesgo sobre mi vida para alcanzar una cumbre, pero solo puedo decir que, cuando una mujer sabe el camino que quiere seguir y lo que esto representa, siempre dará su mejor esfuerzo para lograrlo. El pico de Orizaba es el volcán de mayor altitud en México, pues alcanza una elevación de 5,636 metros sobre el nivel del mar. Camino al refugio, el volcán impone a lo lejos, deja ver sus formaciones rocosas, acantilados, el glaciar y el reto para todos, la cima.
A media noche, sales del refugio e inicias la gran aventura con emociones al tope; miedo, entusiasmo, alegría, etc. La temperatura es muy baja, el oxígeno es poco, pero si levantas la vista, visualizas uno de los mejores momentos, millones de estrellas por doquier, algunas fugaces y la vía láctea en todo su esplendor. Y así, avanzas por horas, escalas lugares complicados y te dejas deleitar por los sonidos de la montaña, caminas con una lucha interna por querer lograr el objetivo y evadir pensamientos negativos detonados por el cansancio. Sin notarlo, el tiempo ha transcurrido y te encuentras cada vez más cerca, a lo lejos, se ven los primeros rayos de sol, sientes un alivio porque sabes que en cuestión de minutos ya habrás entrado en un poco de calor corporal. De momento, te encuentras en la parte mas inclinada del volcán, el miedo te vuelve más consciente de los peligros de estar ahí, observas grietas, una rampa de nieve que has dejado atrás, pero si miras bien, el objetivo se encuentra más cerca y entras en una etapa donde solo el corazón y la fuerza mental te ayudarán a lograrlo, y es que aquí, el cansancio y el dolor generado por el esfuerzo han hecho estragos. Avanzas y piensas en las personas que saben que estas ahí, preocupados y emocionados, y tomas el ultimo impulso por ellos, avanzas cada vez más lento y por fin, la cumbre ante tus ojos, ¡lo has logrado!, pasan minutos hasta que lo asimilas y desbordas de orgullo y felicidad. Pero si bien es cierto que lo difícil es subir, también lo es estar ahí y emprender el camino de regreso.
